Pasado y presente de la sociedad de la información
El texto que pasamos a comentar a continuación es un ensayo sobre los cambios relacionales y hegemónicos que los medios de comunicación y el desarrollo de la información y la comunicación han causado, causan y causarán en un futuro en la sociedad actual. Se habla desde el punto de vista de la demanda de un nuevo Orden Mundial.
El autor comienza el desarrollo del texto hablando de la relativa novedad que suponen estas nuevas relaciones internacionales (o transnacionales, como prefieran llamarse) dentro del lento suceder de la historia. El mundo empezó a cuestionarse sobre la importancia de tales cambios cerca de los años 70 y hasta que no pase un largo periodo de tiempo no podrá analizarse éste con objetividad.
Consiguientemente nos habla de las causas de lo que él llama la evaporación de la historia. Un proceso por el cual se pierden los referentes históricos, haciendo creer a la sociedad que el mundo en que viven es algo por defecto y que nos viene dado como tal. Causas de esta evaporación de la historia son el presentismo, tendencia a creer que lo único que existe es el presente, olvidando los factores sociohistóricos de los que se deriva; la oposición al debate crítico sobre el Nuevo Orden mundial, encabezado principalmente por los gobiernos hegemónicos mundiales y los lobbies de presión empresarial e ideológicos; y, por último, la ilusión de que la idea de globalización es reciente.
Partiendo de estas condiciones, el texto habla de los intentos globales por establecer un debate crítico en torno a las nuevas relaciones que los medios globales de comunicación y publicidad están conllevando. Las sociedades subinformadas, las manipulaciones globales y la brecha tecnológica (causa cada vez más importante de la brecha cultural) entre el norte y el sur son las consecuencias de estas nuevas relaciones internacionales.
Personalmente, creo que es un tema controvertido y poco tratado. La alianza de los grandes grupos de poder (ya sean gubernamentales o empresariales) con los grandes grupos de medios de comunicación están logrando lo que la historia no ha conseguido en toda su inmensidad: la homogeneización ideológica. Es necesario plantearse la necesidad de una reestructuración del sistema de medios de manera que no sean los interese privados los que decidan qué es información y de qué manera se distribuye, ya que el mundo corre el peligro de guiarse por unos canales informativos afines a tales intereses y que no responden de ninguna manera a las necesidades democráticas propias del momento histórico en que nos encontramos.
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